martes, 30 de enero de 2007

Síndrome de Odiosidad Cinefílica

Resulta que en uno de los comentarios que me llegaron recibí una invitación para participar en un juego. Este se trata de "odiar" y escribir un listado de las 20 cosas que mas odias. De pasadita tienes que invitar a alguien. Asi que haré mi listado, pero adaptándolo a mis cinefilidades. Además invito a la Ange y al Feña (aer si con esto te actualizai).

Ok, aqui voy:


1) Odio toda la saga de Scream.
2) Odio a quienes critican el cine mudo por considerarlo “antiguo” y “sobreactuado”.





3) Odio las películas de guerra gringas de los años 50’.



4) Odio las películas sobrevaloradas por haber ganado un Oscar.
5) Odio los “dramas de la vida real”.
6) Odio los remakes que son puro copy/paste.

7) Odio las películas con exacerbados efectos especiales.
8) Odio que me cuenten una película o me pregunten que va a pasar mientras la estoy viendo.
9) Odio las películas de Harry Potter.


10) Odio las películas con actores republicanos.
11) Odio las películas de acción donde el malo o el perdedor resulta ser negro, oriental, iraquí o latino.
12) Odio las películas de Hollywood donde el héroe o heroína mata al malo con alguna frase al bronce como: “esto es por mi novia” o “que te parece esto, bastardo??”, o “toma un poco de esto maldito malnacido”.

13) Odio las películas sobrevaloradas por el mote de “cine arte”.



14) Odio y con toda mi alma las películas de Roland Emerich donde los gringos nos salvan de los extraterrestres, sobreviven a los meteoros o se salvan del cataclismo climatológico.
15) Odio las últimas películas gringas de terror desde fines de los 90’ en adelante (salvo excepciones).
16) Odio quienes dicen que “El ciudadano Kane” es la mejor película de todos los tiempos y ni la han visto.
17) Odio y re-odio las películas de Disney


18) Odio los musicales de Broadway tipo Dany Kaye, y en general cualquier película cuyos protagonistas estan hablando algo importante y de repente se ponen a cantar.

19) Odio las películas de Robin Hood o el Zorro o de cualquier héroe que pelee a espadas “con una sonrisa” que no se la saca ni cuando lo hieren.
20) Odio a quienes se disgustan cuando ven una película de Ed Wood.



Ya, ese fué mi descargo, mil perdones si herí los sentimientos de alguien, pero si no está contento o contenta con mis disculpas, puede repetir el mismo ejercicio y en cualquier número del listado colocar que Odia Septimos Sellos.

Saludos y nos vemos en la proxima con otra joyita italiana, pero de terror.

S.C.

viernes, 26 de enero de 2007

Violencia con olor a Queso, Tomate y Orégano

"Think can be a man before your time
Man Before your time"
(Bulldog)




A mediados de la década de los 70’ el cine con marca italiana registrada estaba en su apogeo. Por donde uno mirase había su buen celuloide “made in la bota”. Si bien los directores italianos se repartían por el universo cinematográfico a través de los diversos géneros, es bien común ver una marcada crudeza en los argumentos, maquillaje, efectos, etc. Algunos ejemplos: El Spaguetti Western, donde evocamos a algunos “duros” como Lee Van Cleef o Clint Eastwood. Eran de esos westerns donde los pistoleros ya no morían como en los filmes de John Wayne, es decir luego de un balazo que no les sacaba gota de sangre alguna y que los hacía contorsionarse y poner cara de cantante de opera como diciendo “Oh cara mía, me han disparado!!”.

Eso en cuanto a los vaqueros, en el cine de terror tenemos a Darío Argento y Lucio Fulci, herederos directos del gran Mario Bava, fundadores de lo que se conoce como el Gallio Italiano (una serie de filmes con harto chocolate), mientras que en las películas policiales, el maestro fue sin dudas Umberto Lenzi.

Por influencia directa de mi productor (cuya identidad protegeré), logré dar con uno de esos filmes policiales a la italiana dirigido por Umberto Lenzi. Por favor señor director, tenga la amabilidad de bajarnos la ficha técnica de este filme:


Titulo: Napoli Violenta (Violent Naples)
Año: 1976
Director: Umberto Lenzi
Productora: Fida Cinematográfica
Reparto: Mauricio Merli, John Saxon, Barry Sullivan, Silvano Tranquilli, Elio Zamuto
Música: Franco Micalizzi.

Partamos de lo mas general. Napoli Violenta es parte de una saga creada por Lenzi donde llevamos la acción, el crimen, las persecuciones, los asaltos, tiroteos y peleas de azotea por toda Italia. Dichos datos bastan para dar origen a otros títulos como Roma Violenta, Milano Violenta, Italia a Mano Armata, Cachiyuyo Violenta...ejem...ese ultimo lo inventé yo.


El héroe de este y la mayoría de los filmes recién nombrados es el incorruptible y audaz comisario Betti, interpretado por Maurizzio Merli. Un oficial de policía que da vueltas por la bota resolviendo las cosas difíciles y poniéndolas en orden como mejor las sabe hacer: a la manera cruda, usando sus puños y su pistola Beretta ...aunque se trate de una riña entre dos mocosos por la posesión de la bicicleta.

Pero antes de entrar a la película, debemos entender primero el por que estas cosas del destino llevan a Betti a entrar a Napoli. Para ello debemos realizar un estudio geopolítico de la Napoli del director Umberto Lenzi. Luego de un exhaustivo estudio, tenemos un claro resultado que ustedes pueden apreciar en el siguiente gráfico poblacional (se recomienda pinchar el gráfico para apreciarlo mas de cerca):


La pura y santa verdad científica.El gráfico muestra un grupo humano de un 5% correspondiente a policias uniformados, oficiales y agentes; un 20% de civiles inocentes, comerciantes indefensos y cajeros de bancos, un 25% de jefes del hampa, dones y brazos derechos; mientras que el 75% restante corresponde a criminales rasos, pandilleros, pistoleros, matones, motociclistas con cadenas, violadores etc.


Entonces, tomando en cuenta el dato empírico, no es de extrañar que apenas Betti pone un pie en Napoli, el O’ Generale, capo de la Mafia napolitana (interpretado por Barry Sullivan), lo ponga al tanto de la situación advirtiéndole que: “Napoli es un ciudad peligrosa, hay que estar bien atento”.



Las proféticas palabras parecieran no esperar a hacerse presente. Nuestro héroe pasa a un local a llamar por teléfono e incluso en ese momento debe usar sus puños, obvio, claramente el no viene de paseo por la ciudad. El punto es que a partir de ese entonces el guión va subiendo la intensidad de la crudeza y de a poco vemos asaltos a hogares, violaciones, incendios provocados por pandilleros, golpizas, vandalismo, etc. Los bancos de Napoli son asaltados todos los días y en cada almacén hay por lo menos un par de encapuchados robando lo que hay en vitrina.




En conclusión, no se si fue la idea de Lenzi o que yo la vi muy bajo los efectos de la cannabis, pero creo que “Napoli Violenta” es de esas películas que te dan la sensación de que en cada esquina (perdonen el lenguaje) “está quedando la kagaa”. A eso agreguémosle el toque italiano: violencia acompañada de harta sangre chocolatada.





Como buen policial de los setenta, los villanos son siniestros, pero no dejan de ser atractivos. El personaje de Elio Zamuto como el criminal infiltrado en la policía es simplemente la Némesis de Betti en todo. Al presenciar la pugna entre ellos, deducimos que no se trata de una lucha entre un policía y un criminal, sino que se trata de una rivalidad entre quien tiene mas estilo que el otro...quien es mas setentero que el otro.


El personaje de Franco Casagrande (Zamuto) con su traje elegante, su corbata oscura, su tez morena, su mirada altanera-sofisticada y su mostacho negro; Betti con su pelo, bigote rubio, su gabardina, su beatle negro, su mirada severa y su rudeza con los puños. Con la primera mirada uno sabe de inmediato que el choque será inevitable. Dicho enfrentamiento en un tranvía es de culto, es una escena burdamente copiada por Jan de Bont para el enfrentamiento final entre Keanu Reeves y Dennis Hooper en "Maxima Velocidad". Se lo dejo a los exacerbados cinéfilos que quieran ver el filme.




Pero claro, un filme policial de los setenta queda mas condimentado aún si aparece una vieja leyenda: John Saxon.
Haciendo de malo o bueno, John Saxon siempre la llevó. Para que andamos con cosas, si gran porcentaje del estilo de filmes como Operación Dragón (una de las últimas de Bruce Lee) se deben a la elegante audacia de John Saxon, y a sus patillas claro. Una leyenda que en esta oportunidad tampoco destiñe.


Lo mejor para el final. Franco Micalizzi simplemente se descuadra con la banda sonora. Te da la sensación de que compuso una tarantela arriba de un radiopatrulla en medio de una cruenta persecución policial, en medio de allanamientos y escenas del crimen. De esta banda sonora resaltan los temas Special Agents y el gran tema Man Before your Time cantado por Bulldog, musicalizando un final tan emotivo que no pareciera ser de una película llena de tiroteos, patadas, violaciones y peleas de azotea.

En resumen, tal vez te sientes dando vueltas sobre lo mismo entre tanto crimen y tal vez eso canse un poco al ver la cinta, pero a pesar de eso pareciera ser el cruento escenario que requiere un héroe para venir a tomar la justicia en con sus puños, su gabardina, su mostacho y su mirada setentera. Simplemente es una joyita del genero.

Dato Freak: El personaje de Elio Zamuto es lejos el criminal con la coartada mas excéntrica y setentera para evitar ser descubierto. Eso claro, hasta que Betti lo descubre.

Antes de despedirme les dejo la pelea de culto entre Betti y Casagrande, para que no revuelvan Italia buscando el film.



Saludos

S.C.

miércoles, 24 de enero de 2007

Curtis en estado "Catatónico"




Antes de iniciar estos comentarios, mas vale ser sincero. Cuando empecé a diseñar este blog dedicado al cine me dije a mi mismo, “mismo, abriré este espacio comentando una de mis películas favoritas”. Esa película favorita no era otra que la segunda entrega de James Bond “De Rusia con Amor” del año 1963, una de las mejores películas de la saga, con Sean Connery como el agente.

Casi un mes después sucedió algo inesperado por el público, los fans y la crítica. Ya es muy común ver en supermercados o en tiendas, canastos grandes atiborrados de películas en DVD a bajo precio tan apiñadas y en lotes tan grandes, que no se caen...se rebalsan!. Así, el pobre cinéfilo que quiere escudriñar buscando algún título que le parezca “bonito”, debe llamar al Calypso capitaneado por el mismísimo Jacques Cousteau con el fin de sumergirse en las profundidades de un mar de carátulas con la esperanza de llevarse un pez gordo.

Por suerte no tuve que llamar al Calypso para encontrar el título con el que abriré este blog. Este flotaba en la superficie, como queriendo ser encontrado y comprado, entienden...me estaba llamando (vieron Superman con la volaita del cristal verde me imagino). En fin, luego de casi dos horas de película, creo que dejaré al sofisticado 007 para otra ocasión y me tomaré el vodka martini yo solo mientras escribo este comentario.


Primero, los datos técnicos

Titulo: El Estrangulador de Boston (The Boston Strangler).
Año: 1968.
Director: Richard Fleischer.
Productora: 20th Century Fox.
Intérpretes: Tony Curtis, Henry Fonda, George Kennedy.

Digamos que esta cinta es una de las pioneras en el genero “asesinos en serie, una historia de la vida real”. Sin embargo me parece que la etiqueta queda muy chica para una película llena de elementos propios de un filme policial, documental y de thriller psicológico.

Que tal una reseña. “El Estrangulador de Boston”, está basada en la vida y obra de Albert Desalvo, un tipo que se ganaba la vida y la de su familia limpiando calderas allá por los lejanos años sesenta. Un cariñoso padre de familia, buen esposo, un ciudadano común y corriente...salvo por un pequeño tornillo suelto en su cabeza que lo llevó entre 1960 y 1964 a asesinar a cerca de 13 mujeres, de todas las edades, colores, olores etc.
Durante ese período, Desalvo mantuvo en alerta no sólo a Boston mismo, sino que a los demás distritos aledaños (Cambridge por ejemplo), debiendo crearse en la policía un “Departamento de Estrangulamiento” dedicado exclusivamente a detener a un hombre cuya identidad se ignoraba, que se presumía era un maniático sexual, que estrangulaba a sus victimas pero que también las golpeaba y mutilaba, etc. Tengan eso como pequeña reseña no sólo de la película, sino también de los sucesos verídicos.



Ahora, según lo que entendí, revisaré la película dividiéndola en dos. La primera parte es un filme policial. Unos cuantos tipos vestidos de uniforme policial, departamentos con “olor a escena del crimen”, investigadores con gabardinas y sombreros, cadáveres que esconden la cara y muchos elementos mas.
El toque majestuoso, el truco de meter dos o mas cuadros en una escena es bastante efectivo. Partimos siendo testigos de dos situaciones al parecer inconexas. Dos personas se encuentran a la salida de sus respectivos departamentos criticando a la municipalidad y a la vida cotidiana en general.
Al lado de ese cuadro vemos otro que parece ser un departamento contiguo del mismo edificio el cual sólo deja sombras y oscuridad, pero de todas maneras el observador es capaz de tomar nota sobre un extraño bulto que destaca en el horizonte oscuro. Mientras tanto las inquilinas siguen conversando, hasta que por alguna razón se dirigen al departamento contiguo para despertar a su “amiga”. El otro cuadro sigue en penumbras y el bulto no se mueve. Dos toques y dos llamados en el otro cuadro, las inquilinas deciden entrar y comienzan a abrir la puerta. La luz empieza a aflorar en el otro cuadro y de sombras pasamos a detalles, ya no parece ser un bulto, mas bien piernas de mujer. Finalmente ambos cuadros se conectan en el umbral de la puerta, quedando para el espectador el recuerdo de dos semblantes petrificados por el espanto y el pavor.



El mismo truco parece funcionar si queremos convertir el filme en un documental. Varios cuadros se van multiplicando en la pantalla acompañados del sentimiento de inseguridad, miedo, pánico y horror de los “bostonianos”. El misterioso estrangulador ha cometido una de sus peores fechorías: concentrar la ciudad de Boston, el pánico y el horror dentro de una pantalla, y en una sola escena.

Antes de terminar esta primera parte, una mirada al reparto. George Kennedy muy sobrio y convincente en su actuación (ya me había acostumbrado a mirarlo como el compañero del torpe Frank Drebin en la saga de “Y donde está el policía?”), acá saca a relucir un personaje sacado de cualquier “film noir” de los años 30’ dedicado a capturar a un asesino sacado de la vida real. Es como si el gobierno de Chile hubiera traído a Humphrey Bogart o a James Cagney para resolver los crímenes de Alto Hospicio.
Henry Fonda sin duda pone la pausa y la actitud, algo bien a la Henry Fonda. Me acostumbré a ello desde “La Guerra y la Paz” cuando salía filosofando impávido acerca de la humanidad y la inmortalidad del cangrejo mientras Napoleón le tiraba balas de cañón a su Moscú. De todas maneras no deja de ser meritorio el toque de “experiencia” en el personaje de Fonda.

La victima número 10 marca el final de la película como un filme policial y de esta parte del comentario.



La segunda parte del filme no tiene título, tiene nombre y apellido...TONY CURTIS. Hasta la aparición de su silueta sentada en un sillón frente a la TV llorando el funeral de JFK, no tenemos idea quien podría ser el autor de tan horrendos crímenes, incluso cuando la policía ha barrido la ciudad deteniendo a pervertidos, mirones, manoseadores de metro, acosadores telefónicos, acosadores de cine y análogos.

En el minuto en que vemos a Desalvo, nos parece que hay algo mas en este filme aparte de policías y asesinos. Nuestro anfitrión Curtis será el encargado de introducirnos a la galería Desalvo, cuya existencia (como se verá mas adelante para quienes vean la cinta) hasta el mismo Desalvo desconoce.


Amigos, quisiera comunicarles que en este minuto estamos atrapados y no hay manera de salir sino es llegando al final de esta galería. Estamos rodeados por cuatro paredes blancas y brillantes, un espejo, una mesa, una grabadora sesentera, un micrófono sesentero y dos sillas. En una silla el Fiscal investigador Bottomly (Fonda), y en el otro asiento, Desalvo.

Lo que parece un típico interrogatorio policial se convierte en el examen freudiano a un subconsciente confundido en recuerdos y lagunas. No es un interrogatorio, es Desalvo conociendo a Desalvo, siendo el personaje de Fonda una especie de Virgilio conduciendo a un confundido Dante hacia rincones perdidos de su propio infierno. Hasta aquí seguiremos atrapados en su mundo, viviendo cada momento perdido, cada segmento bloqueado hasta que al igual que Desalvo, nos enfrentemos a nuestra propia verdad.
El número dos parece repetirse, una película de dos partes, un sujeto con dos personalidades, dos verdades.



Sin duda que el final de esta galería marca el desenlace de esta historia, en un abrupto y “catatónico” espacio vacío, donde nos miramos cara a cara con Desalvo y nos convertimos en prisioneros de nuestra verdad y nuestras culpas. Cuando miren a los ojos de Desalvo mastiquen el silencio y sientan los ecos clavados en blancas paredes, puede que oigan sus respectivos nombres clamando en el vacío, pero cuidado...es sólo una película!!.

Para el final, un par de datos freak:

1- Desalvo no fue acusado por los estrangulamientos, pero quedó recluido en una cárcel de Massachussets, En 1973 murió apuñalado.
2- Una de las victimas del estrangulador es interpretada por Sally Kellerman, quien en los 80’ encarna a la profesora de literatura de quien Torton Melon se enamora en “De vuelta al Colegio”.
3- Mención especial a la banda sonora de la película...no tiene!!.

No se si se quedaron dormidos con mi comentario, pero si ven la película me siento cumplido.

Si gustan, pueden mandar sugerencias, comentarios, opiniones, posteos, datos freaks, mensajes obscenos, pitanzas, etc. Nos vemos el siguiente comentario.

Sonámbulo Cesare

(Gracias Carolillo por el impulso)